Gloria Marina Cuadras de la Cruz

Gloria Marina   Cuadras de la Cruz
Nacimiento:  
18
/
7
/
1911
Fallecimiento:  
26
/
8
/
1987

Revolucionaria santiaguera ligada estrechamente a la historia de lucha de su ciudad natal. Una mujer de carácter firme, incorruptible y valiente que se mantuvo unida a lo más limpio y radical de la contienda revolucionaria, protagonista eterna de la clandestinidad.

Nació el 18 de julio de 1911 en una familia que integraba la clase pudiente de la ciudad. Ocupó el número 10 entre los hijos del matrimonio formado por Cristóbal Cuadras y Fontanales y Pilar de la Cruz Blanco, marcada desde pequeña por el mal de Pott (enfermedad enigmática en Cuba durante la segunda mitad del siglo XX) y por un accidente que genera en ella una dolorosa y definitiva secuela. Varios años de intervenciones quirúrgicas que se sabrían innecesarios con posterioridad y la prematura ausencia de la figura materna marcaron la infancia de una niña que arrastraría para siempre una protuberancia en la región lumbar.

Opuesta siempre radicalmente a las injusticias sociales, luchó contra los desmanes cometidos por todos los gobiernos de la época, no en vano recibe la misión de aglutinar a las mujeres para crear el Directorio Femenino del Instituto de Oriente, bajo las órdenes del Directorio Estudiantil Universitario.

Su sangre fría ante las situaciones más riesgosas le permitió conservar la vida tras incontables escaramuzas y peligrosos enfrentamientos con sus enemigos. En una de las manifestaciones en que participó recibió un planazo en la espalda que le lastimó el riñón izquierdo y otro más leve le rozó un hombro. En varias ocasiones fue llevada al Vivac o cárcel municipal donde ya le decían que le guardarían el plato y la cuchara por sus constantes detenciones. Tras la represión de Arsenio Ortiz desatada durante la tiranía de Gerardo Machado escribió el artículo “Oriente debe ser el primero” publicado con su nombre y apellidos en el periódico clandestino Baraguá, condenando los asesinatos y exhortando al pueblo a la rebelión. Con la designación de Antonio Guiteras como Ministro de Gobernación, Guerra y Marina, se produce la llegada al poder de un revolucionario genuino. Guiteras quiso nombrar a Gloria para que trabajara en su despacho, ella se negó, pues no estuvo nunca interesada en un puesto burocrático que no tenía que ver con su carácter intranquilo. Obviando sus propias carencias materiales decidió colaborar con Guiteras sin recibir paga alguna.

El asalto al Cuartel Moncada despertó en ella, igual que en los revolucionarios santiagueros, las ganas de luchar y sumarse en apoyo a los asaltantes. Gloria, con la colaboración de su esposo Amaro Iglesias, se dio a la tarea de rescatar los restos de los caídos para dar digna sepultura a los revolucionarios que vinieron a pelear a Santiago de Cuba. Estuvo presente también en el juicio por los sucesos del Moncada que comenzó el 21 de septiembre de 1953 aprovechando su condición de comentarista de CMKC, convirtiéndose en uno de los pocos espectadores y siendo la radio el medio desde el cual con más fuerza combatió con su propia voz los desmanes del régimen[1]

Gloria fundó la organización Frente de Mujeres Cubanas que más adelante se adhirió al Movimiento 26 de Julio. Al constituirse en Oriente el M-26-7 es nombrada secretaria de agitación y propaganda. Su labor como periodista fue esencial para el movimiento, siendo la radio el medio desde el cual con más fuerza combatió con su propia voz los desmanes del régimen, ganándose el respeto y la admiración de los oyentes. El periódico radial “Cuba Libre” de la emisora CMKC llegó a convertirse en tribuna del M-26-7 y desde esos micrófonos ella cumplía su labor como responsable de propaganda.

Tras la llegada del mensaje “Obra pedida agotada”, en reunión celebrada en casa de María Antonia Figueroa, Gloria previó el posible retraso del yate Granma, pero entonces esa posibilidad no contaba. El día 29 de noviembre de 1956, en horas de la noche, se traslada a Punta Gorda con Frank País, Oscar Ascencio, Ramón Álvarez y Taras Domitro, desde donde salieron a las 4:00 am del próximo día hacia el cuartel general de las acciones del Levantamiento Armado en Santiago de Cuba, situado en Santa Lucía y San Félix.

Cuando emprendió la retirada y comenzó a buscar refugio, Gloria vivió una verdadera odisea. Finalmente pudo refugiarse en la casa de Evangelina Maggi y el Dr. Ortega, médico de la Colonia Española. A partir de este momento se intensificaría su lucha en la clandestinidad. Gloria visitó a Frank en la cárcel cuando fue detenido y procesado en el Juicio Causa 67 y fue protagonista indiscutible de la manifestación del pueblo santiaguero tras la muerte del líder clandestino. En la Huelga del 9 de abril de 1958 en Santiago de Cuba. participó en la ubicación de tres botiquines, y tras el fracaso de esta acción se mantuvo escondida en su casa, pues le fue imposible llegar al Segundo Frente. En su propia vivienda fue detenida por el jefe de la policía Bonifacio Haza. Gloria fue conducida hasta Chaviano donde inventó que estaba enferma y que no duraría más de tres meses y tras su puesta en libertad marcha junto a su esposo a la Sierra Maestra.

En La Patera, localidad situada en el Segundo Frente Oriental, Gloria recibe la noticia de la caída de Batista, desde ahí fue llevada a Palma Soriano, donde se encontraría con Fidel para acompañarlo en su entrada triunfal a Santiago de Cuba.

Falleció el 26 de agosto de 1987. Su esposo y el pueblo de Santiago de Cuba la despedieron bajo una llovizna acompañándola hasta el cementerio en manifestación de duelo.